Esto realmente no es una promoción especial. Es una forma de entender nuestras necesidades básicas como es la alimentación.
Por eso en la mandra hemos decidido que pagues lo que puedas por lo que comas aquí.
Tú y sólo tú puedes decidir cuál es tu aportación por la comida. Piensa en el coste de la comida, el trabajo de elaboración, en dejar algo para el mantenimiento del espacio, pero sobre todo en tu economía. No te dejes llevar por lo que paguen tus acompañantes, o por si nos conoces o no, o lo que podamos pensar en si has dejado poco o mucho.
Puede que te resulte difícil pensar en cuánto pagar. Nuestra educación nos ha enseñado que todo tiene un precio, pero si aprendieramos a ser capaces de darle un valor a las cosas y tener la oportunidad de que nuestra valoración es escuchada, descubriríamos un nuevo punto de vista sobre nuestro consumo.
Recuerda que no todo se paga con dinero, y eso aquí también lo tenemos en cuenta.
Esta es una idea piloto. También tenemos mucho que desaprender, pero por algo empezamos. Por eso también te pediremos que pagues la bebida por su precio marcado. Quizás en el futuro no haga falta siquiera cobrarla.